Edublog de consulta y evaluación para los alumnos cursantes de la materia en la especialidad de Lengua y Literatura de la UPEL-IPB

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Evaluación: Taller Unidad 1 Valor 10%

Descripción de la actividad
La actividad se ha diseñado tipo taller y segmentada la sección en 3 grandes equipos, se asignó el texto así: Equipo 1: Cantar del Destierro; Equipo 2: Las Bodas de las hijas del Cid y Equipo 3: La Afrenta de Corpes. El texto a usar es la versión de Menéndez Pidal (disponible en la fotocopiadora de Jimmy -preguntar por mi carpeta). Para los puntos 3 y 4 relacionados con métrica y estilística, deben trabajar con los textos en romance. Los mismos fueron seleccionados de la Edición Paleográfica del mismo autor, y se han asignado así : Equipo 1 - Página 15; Equipo 2 - Página 22 y Equipo 3 - Página 45. Pueden seleccionar y descargar sus páginas desde aquí. Una vez ubicada la página asignada, deben seleccionar 2 estrofas y aplicar el análisis métrico.

Fecha y pautas de entrega
1. El taller debe entregarse acompañado del instrumento, que pueden descargar e imprimir desde este Link: Descarga aquí
2.- Deben enviar al correo del docente oscaralbahacarivero@gmail.com las resultas del taller, así como una breve presentación PowerPoint que defienda los puntos principales de éstas, ello para cubrir el aspecto N° 8 (Defensa oral).
3.- Fecha límite de entrega y/o envío: 21/11/2009 antes de las 12 de la medianoche. Luego de esta fecha, se recibirán trabajos, pero con la multa de 1% menos por día de retraso.
¡Éxito!

martes, 10 de noviembre de 2009

Orígenes de la Lengua Castellana



El español o castellano, es una lengua romance, derivada del latín, que pertenece a la subfamilia itálica dentro del conjunto indoeuropeo. Es la lengua nacional de España y la oficial de México, de las naciones de Sudamérica y Centroamérica —excepto Brasil, las Guayanas y Belice—, de las naciones caribeñas de Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana, de la nación africana de Guinea Ecuatorial y goza de protección constitucional en el estado norteamericano de Nuevo México. Además, es oficial de varias organizaciones y tratados internacionales como la ONU, la Unión Europea, el TLCAN, la Unión Latina y la OEA; cuenta con unos cuatrocientos cincuenta millones de hablantes, entre los que se incluyen los hispanos que viven en Estados Unidos de América y algunos cientos de miles de filipinos, así como los grupos nacionales saharauis y los habitantes de Belice, donde el idioma oficial es el inglés. El español está conformado por un 60% de vocablos del latín, 10% del griego, 15% del árabe, 10% de lenguas germánicas y 5% de otras lenguas.[cita requerida] Esta lengua también es llamada castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla.

La Historia del idioma español se puede dividir en tres grandes bloques: pre-románico, a todos los sucesos dados antes de la invasión romana; románico, a los sucesos en España del Imperio Romano y post-románico, a todo lo sucedido después de la invasión Romana.


Aportes prerromanos
Los aportes prerromanos son los correspondientes a la lengua española anteriores al siglo III a. C.: Los pueblos primitivos que vivían en la Península Ibérica y que sólo en parte los conocemos (íberos, celtas, vascos) y los que comerciaban con esta (fenicios, cartagineses y griegos) aportaron probablemente las siguientes cosas:

• la desaparición de f- inicial en muchas palabras que en latín llevaban este sonido, y, supuestamente, el llamado betacismo, debidos, probablemente, a la influencia del vascuence o del íbero.
• algunos sufijos, por ejemplo -rro, -rra,
• el nombre de la península (los íberos), o el de algunas poblaciones como Segovia (en latín, Segovia) o Sigüenza (cuyo nombre latino era Segontia), que derivan del vocablo céltico sega, que significa victoria
• algunas palabras, como izquierda y perro.

El latín y su evolución en la península
A partir del siglo III a. C., se produce la romanización de la Península, proceso que se alargará hasta finales del siglo I a. C. Este proceso afectará a muchos ámbitos de la vida peninsular, incluido el lingüístico. Las lenguas prerromanas van desapareciendo paulatinamente, a excepción del vasco, y son sustituidas por el latín, que es la lengua oficial del Imperio Romano.
No obstante, conviene señalar algunos factores que van a influir decisivamente en el ulterior desarrollo del latín, que dará la lugar a la aparición del castellano:
En primer lugar, su situación geográfica: La distancia con el centro neurálgico del imperio, Roma, y el aislamiento geográfico a través de los Pirineos) y el Mar Mediterráneo, hacen que las innovaciones lingüísticas lleguen despacio y con retraso.
El origen de los conquistadores: la mayor parte de los romanos que colonizaron la península procedían del sur de Italia, zona en la que se hablaba una variedad del latín denominada latín vulgar que difiere de la reflejada en los textos clásicos.

Surgimiento del castellano
Tras la caída del imperio romano en el siglo V, el latín vulgar evoluciona progresivamente en todo el imperio diversificándose. Dicha evolución va a originar la aparición de las diversas lenguas romances. En ese mismo siglo, se produce la invasión germana, lo cual va a permitir la incorporación al español de algunos vocablos germánicos, junto con los que ya habían entrado anteriormente en el latín vulgar. Destacan los relacionados con las contiendas como guerra (werra), o yelmo (helm). Algunos nombres propios también derivan de las lenguas germánicas; es el caso de Álvaro (de all -todo- y wars -prevenido-) o Fernando (de frithu -pacífico- y nanth -atrevido-).
En el siglo VIII, la Invasión musulmana de la Península Ibérica pone a la lengua romance hablada en aquel momento bajo fuerte influencia del árabe (más de 4000 vocablos en español), apareciendo el mozárabe (un conjunto poco conocido de dialectos romances con cierta influencia del árabe, fue el idioma utilizado por los cristianos arabizados). El contacto con los árabes probablemente dotó al mozárabe de unas características que lo distinguen del resto de lenguas romances. Muchas palabras castellanas actuales provienen del árabe como álgebra, almohada, almirante (donde al- es artículo), aceite, o ajedrez.
En el Siglo IX, la influencia árabe tiene sus expresiones artísticas, con la aparición de Jarchas y otros textos medievales en mozárabe, muchas escritas en alfabeto árabe, en lugar del alfabeto latino.
El español pasa a ser el idioma oficial de España y América Hispanohablante [editar]El dialecto castellano original, con sus influencias prerromanas, se expandió al sur de la península a medida que avanzaba la Reconquista. En el Siglo XV, durante el proceso de unificación española de sus reinos, Antonio de Nebrija publica en Salamanca su Grammatica, el estudio gramatical no relacionado al latín, siendo el primer tratado de gramática de la lengua castellana (y de la lengua moderna en general).
Con la expansión del Imperio Español, el español se expande a través de los Virreinatos del Perú, Nueva España, Nueva Granada, el Río de la Plata y la colonia Filipina.
Algunas de las características distintivas de la fonología incluyen la lenición (latín vita - español vida, latín lupus - español lobo), la diptongación en los casos fonéticamente breves de la E y la O (latín terra - español - tierra, latín novum - español nuevo), y la palatalización (latín annum - español año). Algunas de estas características están también presentes en otras lenguas romances.

Registros históricos del idioma Glosas y cartularios medievales
La historiografía tradicional considera como textos más antiguos que se conocen en castellano a las Glosas Emilianenses, datadas de finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI, que se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), localidad considerada centro medieval de cultura. Sin embargo, las dudas que suelen surgir acerca del romance específico empleado en las Glosas hace que las corrientes lingüísticas actuales consideran que no están escritas en castellano medieval, sino en un protorromance riojano, o navarroaragonés o castellano-riojano según el filólogo César Hernández. Es decir, un «embrión o ingrediente básico del complejo dialectal que conformará el castellano», en palabras del investigador riojano Claudio García Turza. Junto a características específicamente riojanas, se encuentran rasgos presentes en las diversas variedades dialectales hispanas: navarro, aragonés, asturleonés y mozárabe. Todo ello induce a pensar, como lo hicieron Menéndez Pidal (1950), Lapesa (1981), Alarcos (1982) y Alvar (1976, 1989) que, en realidad, se trata de un koiné lingüístico en el que se mezclan rasgos pertenecientes al castellano, riojano, aragonés, con algunos del navarro,[1] lo cual no resulta extraño si se tiene en cuenta que la zona de San Millán era una encrucijada de lenguas y culturas hispánicas, los repobladores cristianos procedían de lugares diversos y esto producía un constante reajuste lingüístico.
Curiosamente, las Glosas emilianenses también incluyen los textos más antiguos escritos en euskera que se conservan hoy día (si no contamos los restos epigráficos de época romana escritos en vascuence).

Primera gramática moderna europea
En 1492 (año de la llegada de los españoles a América, de la conquista de Granada y de la expulsión de los judíos), Antonio de Nebrija publicó en Salamanca su obra Grammatica, la primera gramática de la lengua castellana (y la primera de una lengua moderna europea). Es un hecho histórico que el nacimiento del Imperio Español está estrechamente ligado al nacimiento del idioma castellano español contemporáneo. Parece ser que cuando la reina Isabel la Católica, al ver la Grammatica que acababa de obsequiarle Nebrija, le preguntó "¿Para qué quiero una obra como ésta si ya conozco el idioma?". Él respondió: "Señora, la lengua es el instrumento del Imperio".
En un primer momento, los realistas no mostraron interés en difundir la lengua castellana en América y Filipinas y la evangelización se realizó en las lenguas nativas.
En el año 1713 se fundó la Real Academia Española para "fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza", con el lema de Limpia, fija y da esplendor.
La expansión del castellano
En 1790, España y Gran Bretaña firmaron la Convención de Nootka, por la que España renunció a cualquier derecho sobre un vasto territorio de América Septentrional constituido por Oregón, Washington, Idaho, Columbia Británica, Yukón y Alaska, impidiendo el avance del imperio español hacia el noroeste de América. Aún perduran algunos nombres geográficos en castellano. En el siglo XIX, Estados Unidos de América adquirió Louisiana a Francia y Florida a España y, por el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, obtuvo de México los territorios que actualmente conforman Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Texas y Utah; así como parte de los actuales estados de Wyoming, Kansas y Oklahoma. De esta forma, el castellano pasó a ser una de las lenguas de Estados Unidos, aunque estas variedades primitivas sólo sobreviven a inicios del siglo XXI en la parroquia de Saint Bernard, en Louisiana, donde se habla el Dialecto canario; y en una franja que se extiende desde el norte de Nuevo México al sur de Colorado.
Por otra parte, desde el siglo XX, millones de hispanoamericanos han emigrado a Estados Unidos, con lo cual se han convertido en la minoría más numerosa del país: más de 41.300.000 personas, en 2004. El 1 de mayo de 2006, durante el Gran Paro Americano de inmigrantes ilegales, se entonó el Himno Nacional de los Estados Unidos en castellano, como una muestra de presencia en ese país de una minoría hispana que se está convirtiendo en una mayoría a pasos agigantados.
En Filipinas el castellano aún es hablado por unos tres millones de personas, en Brasil los hispanohablantes llegan al millón; mientras que en Canadá sumaban aproximadamente unos 350.000 en 2004 y en Marruecos llegaban a los 320.000. Éstos son los cinco países con concentraciones más importantes de hispanohablantes fuera de España e Hispanoamérica.
En Oceanía el castellano se habla en varias islas que están bajo la soberanía de Chile desde el siglo XIX, entre ellas Isla de Pascua, llegando a casi 4.000 la cantidad de personas que lo hablan. También es hablado en Australia, gracias a la colonia chilena que sobrepasa las 33.000 personas.

El Mester de Juglaría: Poema del Mio Cid



Se le llama Mester de juglaría al conjunto de la poesía —épica o lírica— de carácter popular difundida durante la Edad Media por los juglares, que eran quienes las cantaban o recitaban para recreo de nobles, reyes y público en general. En castellano se menciona por primera vez la palabra juglar en 1116, época en que aparecen los juglares en León. Según Ramón Menéndez Pidal en su estudio Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas, Madrid, 1957, la palabra juglar viene del latín jocularis, joculator, que significa 'bromista u hombre de chanzas'. Por su parte, la palabra mester viene de la palabra menester que procede del latín ministerium que significa ministerio que a su vez significa 'oficio'.

Había dos tipos: los juglares épicos: que recitaban poesía narrativa, y los juglares líricos, que se dedicaban a cultivar la poesía sentimental y a difundir composiciones poéticas como serranillas, coplas, poemas compuestos por trovadores etc. En la primera Edad Media (X,XI,XII y XIII) eran más numerosos los primeros; a partir de la segunda mitad del siglo XIII y en el XIV dominan más los líricos.

Según Menéndez Pidal existían distintas especializaciones en el oficio, cada una de ellas con su nombre: el remedador, que se dedicaba a imitar; el cazurro, el que ejercía artes plebeyas; el juglar de gesta, el goliardo, mezcla de estudiante y vagabundo, conocedor de instrumentos y compositor. La palabra incluye también el concepto de músico y sus tipos son muy diversos, desde el cantor de tabernas o el que adornado con paños costosos subía a los palacios y acompañaba los viajes de los nobles hasta el que salmodiaba o histrionaba en las iglesias con toda suerte de instrumentos (la flauta, el salterio, el tambor, el albogón, la vihuela o el rabel). Aunque algunos componían sus propias letras, por lo general repetían textos ajenos.

Los juglares eran unos personajes de humilde origen, cómicos ambulantes que se dedicaban, además, a ejercicios circenses, haciendo juegos malabares, actuando como volatines y saltimbanquis o como bufones que cuentan chistes o tañen instrumentos sencillos, o bailan y cantan representando piezas sencillas de mimo o títeres y, es lo que importa para la historia de la literatura, recitando versos que componían otros autores, llamados trovadores, bien en los lugares públicos (las plazas de los pueblos, sobre todo), bien en castillos de señores feudales por los cuales eran alojados; muchas veces se ayudaban con dibujos.

El verso juglaresco se caracterizaba por su anisosilabismo, es decir,era un verso irregular que oscilaba entre las diez y las dieciséis sílabas, con predominio de los versos de catorce o alejandrinos, y usaban como rima la asonante, que proporcionaba más libertad para improvisar y recordar fórmulas fraseológicas que, repetidas habitualmente, servían para rellenar versos mientras los juglares recordaban, como han mostrado los estudios sobre los juglares yugoeslavos. Este descuido diferenció a este mester de juglaría del llamado Mester de clerecía, caracterizado por lo opuesto; tal y como dice su texto fundador, el llamado Libro de Alexandre, "Mester traigo fermoso / non es de juglaría / mester es sin pecado, ca es de clerecía / fablar curso rimado / por la cuaderna-vía / a sílabas contadas, ca es grant maestría": palabras desdeñosas que indican a las claras el desprecio de los hombres cultos o clérigos por el estilo de esta literatura más popular, la del mester de juglaría.

El repertorio de los juglares solía estar formado por escenas selectas de cantar de gesta cuyo recitado era semirrepresentado ante el público, quien, al oírlas continuamente cada vez que iba a comprar a la plaza iba memorizando las que más le gustaban de forma que algunas todavía perviven en la tradición oral recordadas como romances integrando el llamado Romancero viejo. Estos cantares de gesta estaban protagonizados por héroes y caballeros que realizaban hazañas legendarias y personificaban los valores más apreciados por la sociedad medieval. A veces también se adaptaban a las particularidades de cada lugar, introduciendo localismos y noticias. La mayoría de autores de las obras son anónimos, pues se trataba de largos cantos que iban cambiando a medida que se difundían. Los poemas también se denominan cantares de gesta y uno de los más famosos en España fue Cantar de Mío Cid, o las versiones del Cantar de Roldán que triunfó en toda Europa.



EL CANTAR DEL MIO CID

El Cantar de mio Cid trata el tema del complejo proceso de recuperación de la honra perdida por el héroe, cuya restauración supondrá una honra mayor a la de la situación de partida.

El poema se inicia con el destierro del Cid, primer motivo de deshonra, tras haber sido acusado de robo. Este deshonor supone también el ser desposeído de sus heredades o posesiones en Vivar y privado de la patria potestad de su familia.

Tras la conquista de Valencia, gracias al solo valor de su brazo, su astucia y prudencia, consigue el perdón real y con ello una nueva heredad, el señorío sobre Valencia, que se une a su antiguo solar ya restituido. Para ratificar su nuevo estatus de señor de vasallos, se conciertan bodas con linajes del mayor prestigio cuales son los infantes de Carrión.

Pero paradójicamente, con ello se produce la nueva caída de la honra del Cid, debido al ultraje de los infantes a las hijas del Cid, que son vejadas, fustigadas, malheridas y abandonadas en el robledal de Corpes.

Este hecho supone según el derecho medieval el repudio de facto de estas por parte de los de Carrión. Por ello el Cid decide alegar la nulidad de estos matrimonios en un juicio presidido por el rey, donde además los infantes de Carrión queden infamados públicamente y apartados de los privilegios que antes detentaban como miembros del séquito real. Por el contrario, las hijas del Cid conciertan matrimonios con reyes de España, llegando al máximo ascenso social posible.

Así, la estructura interna está determinada por unas curvas de obtención–pérdida–restauración–pérdida–restauración de la honra del héroe. En un primer momento, que el texto no refleja, el Cid es un buen caballero vasallo de su rey, honrado y con heredades en Vivar. El destierro con que se inicia el poema es la pérdida, y la primera restauración, el perdón real y las bodas de las hijas del Cid con grandes nobles. La segunda curva se iniciaría con la pérdida de la honra de sus hijas y terminaría con la reparación mediante el juicio y las bodas con reyes de España. Pero la curva segunda supera en amplitud y alcanza mayor altura que la primera.

Estructura externa
Los editores del texto, desde la edición de Menéndez Pidal de 1913, lo han dividido en tres cantares. Podría reflejar las tres sesiones en que el autor considera conveniente que el juglar recite la gesta. Parece confirmarlo así el texto al separar una parte de otra con las palabras: «aquís conpieça la gesta de mio Çid el de Bivar» (v. 1.085), y otra más adelante cuando dice: «Las coplas deste cantar aquís van acabando» (v. 2.776).

Primer cantar. Cantar del destierro (vv. 1–1.084)
El Cid ha sido desterrado de Castilla. Debe abandonar a su esposa e hijas, e inicia una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real.

Segundo cantar. Cantar de las bodas (vv. 1.085–2.277)
El Cid se dirige a Valencia, en poder de los moros, y logra conquistar la ciudad. Envía a su amigo y mano derecha Álvar Fáñez a la corte de Castilla con nuevos regalos para el rey, pidiéndole que se le permita reunirse con su familia en Valencia. El rey accede a esta petición, e incluso le perdona y levanta el castigo que pesaba sobre el Campeador y sus hombres. La fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol. El rey pide al Campeador que acceda al matrimonio y él lo hace aunque no confía en ellos. Las bodas se celebran solemnemente.

Tercer cantar. Cantar de la afrenta de Corpes (vv. 2.278–3.730)
Los infantes de Carrión muestran pronto su cobardía, primero ante un león que se escapa y del que huyen despavoridos, después en la lucha contra los árabes. Sintiéndose humillados, los infantes deciden vengarse. Para ello emprenden un viaje hacia Carrión con sus esposas y, al llegar al robledo de Corpes, las azotan y las abandonan dejándolas desfallecidas. El Cid ha sido deshonrado y pide justicia al rey. El juicio culmina con el «riepto» o duelo en el que los representantes de la causa del Cid vencen a los infantes. Éstos quedan deshonrados y se anulan sus bodas. El poema termina con el proyecto de boda entre las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón.